La cueva de Ordaburu
A unos tres kilómetros del bello pueblo de Arrarats, subiendo al idílico valle pastoril de Otsola y cercano al Gr. que lo atraviesa, se encuentra la cavidad de Ordaburu.
Ordaburu está cerrada. Una firme puerta de tubería metálica evita su entrada permitiendo únicamente la de los murciélagos. Y es que esta pequeña y coqueta cueva fue esquilmada vilmente por un hortera de la decoración, que quiso sus formaciones para hacerse la cocina de su casa. Así lo cuentan en el pueblo. Él, constructor afincado en zona, entre otros, y también la existencia de una colonia de murciélagos a proteger, fueron los causantes de su cierre.
Es posible su visita solicitando la llave en el Ayuntamiento. Mientras, Ordaburu descansa en silencio y tranquila.