El Escalón
Cantabria guarda en su subsuelo una abrumadora cantidad de cavidades, se estiman más de 9000. Cuenta con travesías reconocidas a nivel mundial (Cueto-Coventosa, Tonio-Cañuela, Rubicera-Mortero…), con la mayor densidad de cuevas con testimonios de arte rupestre (41, de las cuales 6 son visitables), así como maravillas adaptadas para el visitante con impresionantes formas geológicas y paisajes espectaculares, como El Soplao, y otras tantas de libre acceso (siempre se solicite el correspondiente permiso administrativo para ello en la Federación Cántabra de Espeleologia), cuya visita no tiene ninguna dificultad y son perfectas para un paseo con niños o iniciados a la espeleologia. Dentro de estas últimas tenemos la cueva del Escalón, situada en Arreondo, muy cerquita de la boca de Coventosa, en el valle de Asón, paraíso de los espeleologos con grandes cuevas de espectaculares recorridos, superiores a los veinte kilómetros y desniveles que rondan los mil metros, y que orada las montañas que rodean el mencionado valle. Es evidente que si hay grandes y numerosas cuevas, también las habrá de tamaño más reducido y dentro de estas se encuentra la cueva del Escalón con poco más de 500 metros de desarrollo y 50 de desnivel, de tránsito cómodo y sin mayores dificultades que el sortear un par de coladas con escalones tallados (siempre y cuándo no se pretenda visitar las salas de los niveles superiores, para las cuales hay instalada una cuerda cuyo mal estado visible hace no recomendable su uso). El Escalón forma parte de un nivel del sistema hidrológico de Cueto- Coventosa y Cuvera. Las primeras referencias bibliográficas de esta cueva datan del año 1954 e indican una primera exploración realizada por el grupo de espeleologos del “Espelo Club de París”.
Con dos personas no iniciadas en el fascinante mundo subterráneo, este pasado fin de semana la visitamos. Recorrimos su lineal y amplisimo desarrollo, con gran techumbre y aspecto de gran cañón, que nos sorprendió con formaciones de gran belleza, como las conocidas como el caniche o el mamut. El recorrido se inicia desde la boca, de amplío tamaño, recorriendo la galería con algún cáos de grandes bloques en alguna zona. El único paso con cierta dificultad es la pequeña trepada de una colada, con pasos tallados, y que suele tener una cuerda con nudos instalada pero ya no se encontraba allí. El final de nuestra excursión nos lo impuso el lago, que contenía bastante agua. En épocas más secas se puede vadear con el agua hasta la rodilla y visitar así el final de la cavidad.